En junio de 2017, la Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria (CEPaU) organizó una reunión sobre la Encíclica Laudato Si’ en el Dicasterio de la Educación en Roma, Italia, a la que concurrieron autoridades superiores universitarias de Argentina y representantes de más de 50 universidades entre públicas y privadas, además de autoridades nacionales y referentes del sector de la educación.

En octubre de 2018, en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se reunieron más de 60 autoridades superiores y representantes de universidades para continuar con el diálogo en torno a la encíclica y, a iniciativa del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a rectoras y rectores de universidades públicas, y del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), en acuerdo con la CEPaU, se constituyó el Foro Laudato Si’ como instancia de diálogo, reflexión e investigación académica acerca de la encíclica del Papa Francisco.

En mayo de 2019, el Foro Laudato Si’, constituido a iniciativa de las presidencias del CIN y del CRUP en acuerdo con la CEPaU y la Red Universitaria para el Cuidado de la Casa Común, conformada por numerosos centros universitarios del país, convocaron a una reunión que se concretó el 11 de septiembre de 2019 en la que más de 60 participantes, en presencia del monseñor Oscar Ojea, presidente de la CEA, decidieron suscribir una declaración que convocara a un Congreso Interuniversitario sobre la Encíclica Laudato Si’.

En noviembre de 2019, se constituyó la Comisión Organizadora del congreso integrada por nueve miembros, tres de la CEPaU, tres por el CIN y tres por el CRUP, y decidieon programar el congreso para mayo de 2020.

Ante los efectos de la pandemia, en abril de 2020, la Comisión Organizadora decidió convocar al encuentro internacional Camino al Congreso Laudato Si’, que consistió en tres conversatorios realizados en octubre de 2020. Expusieron Ricardo Villalba (miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007), Pierre Martinot-Lagarde (SJ) (consejero especial para asuntos socio-religiosos de la Organización Internacional del Trabajo, OIT) y María Clara Lucchetti Bingemer (profesora del Departamento de Teología PUC-Rio y vicepresidenta de la Sociedad Brasileña de Teología y Ciencia de la Religión).

En marzo de 2021, con la presencia del monseñor Ojea y representantes de la CEPaU, del CIN y del CRUP, se decidió convocar al Congreso Interuniversitario Laudato Si’ del 1 al 4 de septiembre. El evento contará con la participación de más de 20 exposiciones internacionales y actividades en distintas regiones del país en forma presencial y remota en función de las disposiciones del momento en cada región.

El congreso tendrá como destinatarias las comunidades de todas las universidades del país, estudiantes, docentes, nodocentes y equipos de investigación. Las sesiones desarrollarán cuatro ejes temáticos: “Dignidad personal, fraternidad y diálogo intercultural”, “Medioambiente”, “Desarrollo integral de las personas” y “Visión/Perspectiva/Diálogos/Encuentros interdisciplinarios”.

 

¿Qué es la Encíclica Laudato Si´´?
Una encíclica es una especie de carta extensa que escriben los Papas a la comunidad de fieles. En ella se manifiestan uno o más temas vinculados con la doctrina. En este caso, las y los destinatarios exceden la participación de la Iglesia Católica ya que alcanza a ciudadanas/os, líderes, funcionarias/os, etc.
La encíclica Laudato Si´ (24 de mayo de 2015) es la segunda carta del Papa Francisco. La primera fue Lumen fidei (5 de julio de 2013) y aborda la fe desde la teológica católica. La tercera, Fratelli tutti (3 de octubre de 2020), analiza a la fraternidad y a la amistad social.
Laudato Si´ (alabado seas, en español) se centra en el medioambiente y en el desarrollo sostenible de una manera amplia. La línea que hila todo el pensamiento del Papa Francisco expresado en su encíclica es el “cuidado de la casa común”.
El concepto de “casa común” refiere al planeta. A lo largo del texto, se plantea la existencia de una crisis provocada por el daño que el ser humano le impartió. Lo novedoso de la carta y de las ideas que propone se ubica en considerar a la Tierra como la “hermana” al no separarla del ser humano, sino entendiéndola como parte de un todo, un sistema.
En este sentido, la crisis es una y comprende lo ambiental y lo social. Ambas dimensiones están en relación y forman parte de un mismo problema: es una crisis de carácter socio-ambiental. Por esto, al inicio de la encíclica se menciona que “olvidamos que todos somos tierra”.
Además, incorpora un llamado a buscar soluciones integrales a las problemáticas, casi como última instancia y oportunidad de reparo. Esto incluye combatir la pobreza para devolver la dignidad y, de manera simultánea, cuidar la naturaleza (incluye a la Tierra entre los pobres). En concreto, el Papa plantea: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.
A lo largo de la extensa carta se abordan temas vinculados con las relaciones de poder, las problemáticas de la pobreza, las responsabilidades de las/os humanas/os, los problemas ambientales y la política internacional, entre muchos otros.

 

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